Investigación Periodística 

26.01.2025

El fracasado proyecto de agua potable para Catacocha y 14 barrios

Tanques de captación en Landapo
Tanques de captación en Landapo


Durante más de cinco décadas, los habitantes de Catacocha y 14 barrios, en la provincia de Loja, han enfrentado una crónica escasez de agua potable, un recurso esencial que impacta directamente su calidad de vida. En 2015, un ambicioso proyecto regional prometía cambiar esta realidad. Sin embargo, la falta de planificación, irregularidades administrativas y un evidente fracaso en la ejecución han dejado a miles de personas sin solución.  

Tomas de agua sector Tushe
Tomas de agua sector Tushe
Revisión de tuberías en el sector Landapo
Revisión de tuberías en el sector Landapo

El proyecto de agua potable para Catacocha y 14 barrios —incluyendo Puritaca, Velacruz, Sigiro, Las Cochas, entre otros— se diseñó con el propósito de garantizar un suministro constante de agua limpia a comunidades que, hasta entonces, dependían de un acceso limitado y de baja calidad. Esta obra, con un presupuesto inicial significativo, buscaba superar más de 50 años de precariedad hídrica en la región.

Sin embargo, desde sus inicios, el proyecto estuvo marcado por problemas estructurales, administrativos y técnicos que comprometerían su viabilidad.

Las razones detrás del fracaso

Entre los principales factores que llevaron al colapso del proyecto destacan:

Problemas técnicos y falta de planificación: Aunque se realizaron estudios previos con un costo superior a los 300 mil dólares, estos no se tradujeron en una ejecución adecuada. La urgencia política de la administración del exalcalde Jorge Luis Feijó Valarezo contribuyó a decisiones apresuradas que comprometieron el desarrollo de la obra.

Irregularidades financieras: Se detectaron múltiples anomalías, como el incumplimiento en el pago de planillas, desembolsos adelantados sin sustento técnico, y una evidente falta de seguimiento en el uso de los recursos asignados.

Corrupción y gestión deficiente: Testimonios y documentación obtenidos revelan indicios de corrupción y mala gestión. Los actores responsables priorizaron intereses personales y políticos sobre el bienestar de la comunidad.

Infraestructura incompleta: Menos del 30% del proyecto se construyó, y las captaciones de agua en sectores como Landapo están actualmente deteriorándose, lo que agrava aún más la situación.

Impacto en las comunidades afectadas

La falta de acceso constante al agua potable ha generado un impacto devastador en las familias de Catacocha y los 14 barrios. Actualmente, el suministro es limitado a dos horas diarias, con agua de baja calidad y frecuentemente contaminada.

Esto obliga a las familias a depender de agua embotellada, aumentando sus gastos mensuales. Además, las condiciones higiénicas precarias incrementan riesgos sanitarios, afectando principalmente a niños y adultos mayores.

La reacción de la comunidad y las autoridades actuales

El fracaso del proyecto ha generado un fuerte descontento entre los residentes, quienes señalan al exalcalde Feijó como principal responsable. La indignación comunitaria se refleja en las críticas abiertas hacia las instituciones locales por su falta de empatía y compromiso.

Por su parte, la administración actual asegura estar gestionando reuniones con el Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE) para reactivar el proyecto o buscar alternativas. Sin embargo, el municipio enfrenta una pesada carga financiera, pagando 60 mil dólares mensuales por un crédito que no ha generado beneficios tangibles.

Datos clave

Presupuesto inicial: Más de 300 mil dólares destinados al estudio técnico del proyecto.

Estado de avance: Menos del 30% de la obra ejecutada. Costo mensual del crédito: 60 mil dólares, sin que el proyecto funcione.

Impacto actual: Familias con acceso limitado a agua dos horas al día, obligadas a comprar agua embotellada.

En definitiva el proyecto de agua potable para Catacocha y sus 14 barrios ejemplifica las consecuencias de la corrupción, la mala gestión y la falta de planificación en obras públicas de infraestructura. Mientras las comunidades siguen enfrentando las dificultades diarias derivadas de la escasez de agua, la esperanza recae en que las autoridades actuales logren gestionar una solución definitiva.

Sin embargo, el camino no será sencillo. El deterioro de la infraestructura existente, la desconfianza ciudadana y la falta de recursos financieros son obstáculos que deberán enfrentarse con transparencia y un compromiso real hacia el bienestar de las comunidades.

La promesa del agua potable aún está pendiente. Mientras tanto, las familias de Catacocha y los 14 barrios continúan pagando $ 60.000 por un servicio que no reciben.

Los moradores siguen esperando justicia y una solución a su lucha diaria por el acceso a un derecho básico y fundamental, como es el agua potable.

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